La trazabilidad de los productos alimentarios está regulada por diversas normas y directivas, tanto a nivel europeo como nacional. El Reglamento (CE) nº 178/2002, que establece los principios y requisitos generales de la legislación alimentaria, es una de las piedras angulares de la seguridad alimentaria en la Unión Europea. Este reglamento impone a los operadores la obligación de garantizar la trazabilidad en todas las fases de producción, transformación y distribución.
En Portugal, la Orden Ministerial nº 273/2022, de 10 de noviembre, define las normas aplicables al registro de operadores e importadores de frutas y hortalizas, en conformidad con el artículo 10 del Reglamento de Ejecución (UE) nº 543/2011 de la Comisión, de 7 de junio de 2011, en los sectores de frutas y hortalizas y de frutas y hortalizas transformadas.
La implantación de un sistema de trazabilidad eficaz requiere importantes inversiones en tecnología y formación. Los agricultores y otros agentes de la cadena de suministro deben adoptar sistemas de información capaces de gestionar grandes volúmenes de datos y garantizar la integridad de la información a lo largo de todo el proceso.
Uno de los principales retos es la normalización de los códigos hortícolas a escala internacional. Aunque existen normas ampliamente reconocidas, como la Global G.A.P., la armonización completa sigue enfrentándose a barreras prácticas y jurídicas. La diversidad de normas nacionales y las variaciones en las prácticas agrícolas dificultan la creación de un sistema universalmente aceptado.
Por ello, la exigencia de un código hortícola aporta numerosas ventajas. Para los consumidores, aumenta la confianza en los productos que compran, lo que permite tomar decisiones informadas y conscientes. Para los agentes económicos, mejora la gestión de la cadena de suministro y facilita una respuesta rápida ante posibles crisis alimentarias, como brotes de contaminación.
Desde el punto de vista jurídico, una trazabilidad sólida sirve como mecanismo de protección frente a litigios y sanciones. En caso de incidentes, la capacidad de identificar rápidamente el origen de un problema puede mitigar la responsabilidad y reducir el daño a la reputación. Además, el estricto cumplimiento de las normas de trazabilidad es esencial para exportar productos a mercados exigentes como Estados Unidos y Japón.
En Portugal, para cumplir los requisitos de trazabilidad y obtener el código hortícola, los productores deben registrarse en el Instituto de Financiación de la Agricultura y la Pesca (IFAP).
Los avances tecnológicos siguen abriendo nuevas posibilidades para la trazabilidad de los productos hortofrutícolas. Tecnologías como el blockchain, el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial prometen mejorar la precisión y transparencia de los sistemas de trazabilidad.
El Departamento de Derecho Mercantil y Societario de Belzuz Abogados cuenta con una amplia experiencia y un equipo especializado que podrá asesorar a su empresa en el cumplimiento de la normativa legal en materia de seguridad alimentaria.
Commercial and Corporate Law department | (Portugal)
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